El Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo compromete a los países que lo ratifican a establecer mecanismos de prevención y protección y a garantizar el derecho de las personas a un ambiente de trabajo libre de violencia y acoso. Argentina fue el tercer país en adherir al mismo, luego de Uruguay y Fiji.

Se aplica a todos los sectores, públicos y privados de la economía formal o informal, tanto en zonas urbanas como rurales; y tiene efecto durante el trabajo, en relación con el trabajo o como resultado del mismo; incluyendo los trayectos entre el domicilio y el lugar de trabajo.

Su alcance incluye a trabajadores y trabajadoras cualquiera sea su situación contractual, pero reconoce que las mujeres, personas con discapacidades o factores étnicos estamos más expuestas a la violencia y al acoso sexual.

El Convenio abarca el abuso físico y verbal, la intimidación, el hostigamiento, el acoso sexual, las amenazas y el acecho durante el trabajo, en relación con el trabajo o como resultado del mismo.

Debe asegurar la libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva.

Todo miembro debe adoptar medidas apropiadas para prevenir la violencia y el acoso laboral con un enfoque inclusivo, integrador y que tenga en cuenta las consideraciones de género y diversidad, permitiendo la igualdad de oportunidades.

Cabe señalar que en Argentina seis de cada diez personas sufren violencia en el trabajo, y no es un hecho aislado, es una metodología que está naturalizada.

El Convenio 190 es una herramienta que debe ser usada; a partir de su vigencia la violencia y el acoso dejaran de ser tolerados, viene a poner fin a un mecanismo de desigualdad y abuso de poder.

Los empleadores deben tomar medidas y desarrollar políticas en el lugar de trabajo en consulta con los sindicatos para prevenir y erradicar la violencia y acoso, como así también establecer capacitaciones con perspectiva de género.

Es un Convenio histórico y progresista que viene a mejorar la calidad de los ambientes laborales, las relaciones humanas y la productividad.

El Convenio incluye conceptos innovadores: la violencia hacia las mujeres y niñas y la interferencia de la violencia doméstica en el mundo del trabajo.

Es fundamental capacitar y concientizar a todos los empleados y autoridades sobre la violencia y acoso laboral, abordando temas como masculinidades, derechos humanos, diversidad y desigualdad.